Todo el mundo me preguntaba si creía en el amor a primera vista, yo siempre contestaba que no, porque no me podía creer que la primera vez que ves a alguien ya sientas esas mariposas en el estómago sin poder evitarlo, no me podía creer que aunque no sepas ni si quiera su nombre ya estuvieras todo el rato pensando en él, no me podía creer que sin haber hablado con él ya tuvieras ganas de decirle te quiero, no me lo podía creer hasta aquel día que me crucé con él en aquel bar. Fue la primera vez que le vi y tuve esa sensación tan fuerte. Pasaron los días y no pude dejar de pensar en él, le hablaba a todas mis amigas de él, horas y horas cuando no sabía ni su nombre pero...deseaba encontrármele de nuevo.